miércoles, 12 de agosto de 2009


Dijo una voz parecida al barullo de insectos
que no hay que dejar pasar las noches de bochorno
porque te invitan a bailar bajo la luna plateada
te invitan a dormir bajo las estrellas de transtorno.

Cambia al día
la facultad de exprimir cada gota de sudor
deseando entre los callos de la mano un flautín
para guardar melodías que ondean hasta la noche nueva
que estremecen la maleza en el jardín.

Donde los rescoldos hundidos en las banquetas
florecen agregando tiempo verde a todo el valle
donde el desagüe de la pirámide secreta
deja escapar los aromas de la historia sobre la calle

Y va ya la noche a exponer sus teorías
de tocar el corazón de los hombres como un tambor
que propaga el sonido amplificándolo
viciando el cerebro con una sola canción.

Cambia al día
como aquí, como en la ciudad ruido blanco interfiere
porque los muertos vuelven si nuestras emociones lo requieren
y pasa un alma cruzando de banqueta a banqueta
cambia la noche, cambia al día sobre una cometa.

Ahora escondemos los baluartes infestados
la aniquilación gradual de la pigmentación
enrojecemos con el sol meridional en todos lados
y azules en las noches de la celebración.

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